El cuidado de la piel es una prioridad para muchos, y con el inicio de un nuevo año, es el momento perfecto para establecer nuevos propósitos de belleza. En 2025, la salud de nuestra piel continúa siendo un reflejo de nuestros hábitos diarios, y adaptarnos a las últimas tendencias y rutinas de cuidado puede marcar una gran diferencia. La marca Yonka, conocida por sus productos de alta calidad y fórmulas basadas en ingredientes naturales, puede ser una excelente aliada en este proceso. Desde la hidratación adecuada con su Crème 28 hasta la protección solar con el Solaire SPF 50, pasando por la incorporación de productos anti-edad como el Age Defense, cada aspecto del cuidado de la piel tiene un papel fundamental en mantenerla radiante y saludable. En esta entrada, te invitamos a descubrir los propósitos esenciales de cuidado de la piel para 2025, y cómo una rutina bien estructurada con productos Yonka puede transformar tu piel en este nuevo año.
1. Limpia tu piel dos veces al día.
No hay paso más importante en el cuidado de la piel que la limpieza. Incluso si no haces nada más, la limpieza por la mañana y por la noche puede ayudar a mantener tu piel limpia y clara. Limpiar tu piel por la mañana ayuda a eliminar la grasa superficial que se acumula durante la noche y crea una base limpia para el maquillaje. Por la noche, la limpieza es esencial para eliminar el maquillaje y otras impurezas antes de dormir. Elige un limpiador adecuado para tu tipo de piel. Para la piel seca, una leche limpiadora como Leche limpiadora es suave y no reseca la piel. Los limpiadores en gel como Gel limpiador son ideales para la piel grasa, mientras que una crema limpiadora más espesa como Crema limpiadora puede ser adecuada para la piel extremadamente seca, dañada o sensible.
2. Nunca duermas con maquillaje.
Solo se necesitan unos minutos para lavarse la cara antes de acostarse, pero cuando estás agotada, incluso eso puede parecer más esfuerzo del que vale la pena. Si bien saltarse la limpieza nocturna puede no parecer un gran problema, puede tener consecuencias importantes para tu piel. Durante la noche, el maquillaje puede mezclarse con la suciedad, los aceites y otras impurezas que se han acumulado en tu piel durante el día, lo que puede provocar la obstrucción de los poros. Los poros obstruidos son una receta para los brotes, así que tómate el tiempo necesario para limpiar. ¡Un par de pasadas rápidas con Agua Micelar es todo lo que necesitas para eliminar el maquillaje y, al mismo tiempo, limpiar la piel! Esta fórmula ultra suave es adecuada para todo tipo de piel y se puede aplicar con una bolita o un disco de algodón, ¡sin necesidad de enjuagar!
3. Lava tus brochas de maquillaje regularmente.
Hablando de maquillaje, asegúrate de limpiar con regularidad las herramientas que entran en contacto con tu rostro. Las brochas de maquillaje pueden acumular bacterias que luego pueden transferirse a tu piel, lo que aumenta el riesgo de que se obstruyan los poros y se produzcan brotes. Para limpiar las brochas, mójalas con agua tibia y aplica una gota de jabón suave para platos o limpiador de brochas en la palma de tu mano. Masajea el jabón en las cerdas, luego enjuaga bien y exprime el exceso de humedad con una toalla limpia. Déjalas secar al aire.
4. Exfoliar dos veces por semana.
Incluso si te limpias dos veces al día, tu piel seguirá acumulando suciedad y grasa en la superficie. La limpieza ayuda a evitar que esos materiales obstruyan tus poros, pero la exfoliación va un paso más allá al eliminar las células muertas de la superficie de la piel. Elige un exfoliante adecuado para tu tipo de piel y comienza a usarlo una vez a la semana hasta que sepas cómo reacciona tu piel. A partir de ahí, puedes aumentar a dos veces por semana o más a menudo, según el producto. La piel seca, sensible y dañada responde bien a los exfoliantes físicos suaves como Exfoliante de Guaraná , que eliminan suavemente las células muertas de la piel sin irritarla. Para una exfoliación más profunda, un exfoliante como Guarana Scrub ayuda a destapar los poros y deja la piel con una sensación de salud y frescura.